El espíritu navideño y los migrantes
La historia que cuentan los dos evangelistas, Marcos y Lucas, es bien conocida: un hombre y una mujer embarazada buscan posada en la ciudad, a la que han tenido que viajar por alguna orden del emperador. Sus lejanos parientes no tienen espacio en su casa. El sencillo establo y el calor de los animales será su albergue.
Allí nacerá un niño: el nacimiento del niño que buscaba renovar los ritos de su comunidad es el Jesús de los judíos; el nacimiento de un gran profeta es el Jesús de los musulmanes; el nacimiento de un niño que, dicen, es el hijo de dios, es el Jesús de los cristianos.
El 25 de diciembre, los cristianos celebran esta fecha, el nacimiento del niño judío nacido en un simple establo. No es un niño nacido en un palacio, no es el hijo de padres ricos o poderosos. Es un niño nacido en un lugar anexo, en una dependencia de una casa. En realidad, Jesús es hijo de migrantes: nace en una casa que no es la suya, después de una larga peregrinación, con los afanes propios de los viajes inciertos. Una mamá embarazada y fatigada, un padrastro algo mayor y seguramente cansado son sus apoyos, junto........
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