Paloma Valencia será la primera mujer candidata del Centro Democrático. Tras horas de hermetismo y filtraciones imprecisas en la prensa, la tres veces senadora fue anunciada como la ganadora de la contienda interna del uribismo, que se extendió durante un año y dejó a varios jugadores en el camino. Entre ellos, a Miguel Uribe Turbay, quien fue asesinado. “Algunos creen que la solución es salir a quemar y a romper, pero ese sentimiento de desolación lo tenemos que transformar en energía creadora”, dijo Valencia en su primer discurso como candidata oficial de Álvaro Uribe. 

Gabriel Vallejo, director nacional del Centro Democrático, dijo en un evento desde el nuevo edificio del Congreso, en Bogotá, que Valencia le ganó a María Fernanda Cabal y Paola Holguín en las dos mediciones contratadas por el partido. El director no dio detalles sobre los porcentajes obtenidos, pero precisó que ambas encuestas se hicieron con firmas chilenas: una abierta, con más de 2.100 entrevistas web distribuidas por todo el país, y otra entre 5 mil militantes y corporados, con 2.109 entrevistas válidas. La primera con un margen de confianza del 95% y la segunda con una tasa de error inferior al 2%, según el dirigente político.

Cabal y Holguín reconocieron la victoria de Valencia y la felicitaron. Sin embargo, Cabal pidió que se hiciera pública la auditoría y los resultados de las encuestas para despejar dudas sobre la transparencia. Eso se hizo un día después, cuando el partido publicó los resultados de las dos mediciones de encuestadoras chilenas.  

El proceso cierra la elección interna de candidato más traumático que ha tenido el CD desde su fundación, en 2014. Aunque en varias elecciones ha habido tensiones y dudas sobre la transparencia de los resultados, esta vez el partido perdió a Uribe Turbay, uno de sus precandidatos, por cuenta de un atentado. Además, el resultado llega cuando otro candidato de derecha cercano al partido, Abelardo De La Espriella, lidera el sector desde una plataforma de outsider. 

Se cierra el proceso interno pero también se reabre la pregunta por los espacios de poder para ciertas facciones dentro del partido y los mecanismos de democracia interna a los que apela Álvaro Uribe. La sensación de que el expresidente es quien decide bajo la cubierta de encuestas poco transparentes se repitió inicialmente, pero luego el partido hizo públicas las mediciones. Eso generó fricciones sobre todo con sectores más radicales, como los que representa Cabal.

Ella no tiene pudor en llamarse a sí misma una “líder de derecha” en un partido que Uribe insiste en delimitar dentro del “centro democrático”. Eso le dio reconocimiento en un sector de la militancia, que la tenía como virtual ganadora de la puja interna, y le ha permitido ganar espacios en el círculo cada vez más influyente de una vertiente de la derecha internacional. Es amiga de Kast, el nuevo presidente de Chile, y........

© La Silla Vacía