La economía no despega y el gobierno Petro no tiene plan de vuelo
La economía colombiana sigue atascada en un lento crecimiento. El dato del crecimiento del PIB en el primer trimestre del 2024 (0,7%) es el más bajo desde el 2009, si se descuenta el año de la pandemia.
El presidente Petro optó por señalar al gobierno Duque y al Banco de la República como los responsables del lento crecimiento. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, hizo una lectura optimista del dato, e incluso subió la expectativa del crecimiento del PIB para todo el año de 1,5% a 2%.
Pero el gobierno Petro sigue sin una brújula clara para reactivar la economía. Incluso al interior de Hacienda reconocen que el plan de reactivación de Bonilla está crudo y no tiene acciones concretas. El sostenido deterioro de la Industria manufacturera (-5,9%) es una de las grandes preocupaciones, según dos fuentes del Ministerio, un resultado que golpea la promesa de Petro de reindustrializar el país.
El gobierno Duque sigue estando en el diagnóstico económico de Petro y Bonilla. Los dos le apuntan al aumento de la deuda pública del pasado gobierno como un freno para el crecimiento. Entre otras razones porque, según Bonilla, la plata para pagar los créditos del gobierno en la banca internacional recortan los recursos para inversiones públicas, como acueductos y carreteras.
Ese diagnóstico es parcialmente cierto. En efecto, Duque aumentó la deuda pública debido a la crisis de la pandemia. Su gobierno también concentró el pago de las cuotas de créditos internacionales entre 2024 y 2027, como el crédito adquirido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar la pandemia (debe cancelarse en 2025). Eso le resta espacio fiscal a este gobierno. Pero sus decisiones tampoco han mejorado el panorama.
Por un lado, el gobierno sigue rezagado en la ejecución del presupuesto. Los números rojos se dan a pesar del histórico presupuesto de inversión, de casi 100 billones de pesos.
“Es contradictorio que, un gobierno que se presupone de izquierda, lo que menos hace es gastar. El gasto debe acelerarse para que jalone la demanda”, dice el economista Isidro Hernández, profesor de la Universidad Nacional. “No veo al ministro asumiendo las riendas del problema y coordinando al gobierno para empujar la ejecución”.
Y por el otro, la plata para la inversión pública y el resto del presupuesto también está amenazada por los problemas en el recaudo de la Dian. Entre ellos, las cuentas alegres con los recaudos por litigios judiciales, el rezago en el recaudo para este año y el hueco que va ocasionar los efectos de la sentencia que tumbó la no deducibilidad de las regalías en el sector minero.
Pero además la relación entre el director de la Dian, Luis Carlos Reyes, y el ministro de Hacienda sigue rota. Incluso ha empeorado con los reclamos públicos de Bonilla por los problemas en la gestión de la Dian.
“El gobierno debe sincerar sus cuentas fiscales. Debe decir que no va a lograr el recaudo prometido, anunciar un paquete de recorte de gastos y cumplir con la regla fiscal. De lo contrario, la........
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