El presidente Petro subió a la tarima como un líder antiestablecimiento y se bajó como un político tradicional. En un discurso ante la Plaza de Bolívar, el presidente volvió a atacar a la clase política en defensa de la reforma pensional. Una hora después, radicó ante el Senado la candidatura de Gregorio Eljach Pacheco a la Procuraduría, el arquetipo del político clientelista que domina los hilos del Congreso.

Por su resultado es una jugada maestra. Petro pone, virtualmente, procurador en una carrera en la que estaba vencido. Eljach tiene casi los votos asegurados para ganar. Pero por los medios que usó, traiciona una lucha de más de 20 años, en la que construyó su carrera política como una figura que fue víctima de la politización de los entes de control, desde cuando fue destituido como alcalde por el exprocurador Alejandro Ordóñez.

El ternado de Petro, quien creció en San Juan del César, La Guajira, ha sido durante más de 12 años un secretario del Senado, la cámara que elige al procurador. Con esto, el presidente sacrifica históricas críticas a una institución a la que demandó ante la justicia internacional y prometió transformar en una “gran fiscalía anticorrupción”.

En la decisión de Petro pesaron los intereses inmediatos para lo que resta de su gobierno. También la influencia de altos funcionarios, como el ministro Juan Fernando Cristo y Alexander López, del DNP, quienes empujaron por el nombre de Eljach. Sin embargo, el gobierno deja hasta el 2028 en la Procuraduría a una figura que representa el status quo en una entidad clave para luchar contra la corrupción.

La Procuraduría es una institución particularmente colombiana. Tiene más de cuatro mil funcionarios. En 2023, su presupuesto anual fue de poco más de 1,1 billones de pesos. El procurador es elegido por el Senado, de una lista de tres candidatos, uno del presidente, otro del Consejo de Estado y otro de la Corte Suprema de Justicia.

Tiene el poder de sancionar disciplinariamente a funcionarios públicos, con límites que han sido objeto de un arduo debate desatado por Petro desde cuando fue destituido. Es parte en todos los procesos penales, con un procurador delegado. Y tiene el mandato de hacer conceptos en las decisiones de las altas cortes.

Con Eljach, el gobierno Petro volteó en unas horas una carrera que tenía cerca de ganar German Varón, el ternado por la Corte Suprema. Gregorio, como lo conocen........

© La Silla Vacía