La guerra comercial: salarios, productividad y bienestar
Cuando los países avanzados sienten que están perdiendo competitividad internacional, suelen recurrir a la llamada “guerra comercial”. Esta consiste en recurrir a elevar sus aranceles de importación y adoptar cuotas para frenar el “indeseado ingreso de bienes y servicios del exterior” que amenaza puestos de trabajo en el país desarrollado.
Esta estrategia de guerra comercial suele dar réditos populistas de corto plazo, pero deja serias cicatrices de encarecimiento relativo de los productos importados y aniquila oportunidades de crecimiento en aquellos sectores en que se tiene “ventaja comparativa”. Hacia mediano plazo, esta guerra comercial podría equivocarse al insistir en crecimientos sectoriales que tienen poco futuro precisamente por su decaimiento en productividad.
En ocasiones han sido los propios emergentes quienes fracasan prematuramente en industrias infantiles que nunca maduraron bien, a pesar de los subsidios ¿Remember Coltejer y Fabricato de los años 1980?
Así que la “racionalidad” puramente económica dictaría la búsqueda de sectores más promisorios en esos países desarrollados, al tiempo que se aprovecha la llegada de bienes más baratos de los países emergentes, gracias (principalmente) al diferencial salarial más bajo de estos últimos. Y con los avances tecnológicos a favor de los........
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