Postscript
El miércoles pasado murió, a los 69 años de edad, el poeta escocés John Burnside, y con él la lengua inglesa perdió a uno de sus valedores. Fue un poeta tremendo, con una conexión directa con el mundo natural, casi diría que ecologista si ese término no tuviera una carga new age y proselitista a las que Burnside era totalmente ajeno.
Pero hablaba con los árboles y las abejas, y había un sentido de urgencia en el color de su voz, como si pudiera sentir en la sangre el colapso de nuestros ecosistemas. Dos de sus mejores libros son The asylum dance y The light trap, y también escribió unas memorias brutales en las que cuenta los abusos de un padre alcohólico: A lie about my father. También fue cuentista y novelista. Su tema era él mismo en el mundo,........
© La Razón
visit website