En el INAI comienza a permear la idea de mantener su autonomía, con grandes ajustes burocráticos, para encabezar una especie de “roncha” que se expanda —junto con otros organismos autónomos como el INE, el IFT, la Cofece, el Coneval, y hasta la CNDH— con miras a respaldar el próximo gobierno que encabezará la presidenta Claudia Sheinbaum hacia dentro y fuera del país mediante los propios organismos autónomos.

Fuentes de alto nivel me comentan que el objetivo es tener organismos autónomos que guarden al nuevo gobierno la posibilidad de tener equilibrios, los cuales sirvan para fortalecer, sí, la confianza de ciudadanos mexicanos en el entramado institucional que desarrolla la 4T pero también la confianza de otras naciones con intereses en nuestro país y de empresas que quieran invertir aquí.

Así, en el instituto cobra fuerza la posibilidad de plantear al nuevo gobierno una cirugía mayor para adelgazar su burocracia y sí, ir a una reforma pero que lo fortalezca para trabajar más de cerca, muy de la mano, con la Secretaría de la Función Pública a fin de garantizar el cumplimiento de la Constitución y los acuerdos internacionales suscritos por México en la materia.

Con ánimo republicano y de organismo de Estado, en el INAI están haciendo buena política con el próximo gobierno de Sheinbaum y también le han extendido la mano a funcionarias como Rosa Icela Rodríguez y Raquel Buenrostro, próximas........

© La Razón