¿Y qué hace Xóchitl?
A casi un mes de la paliza del 2 de junio, Xóchitl Gálvez decidió romper con lo que hicieron otros candidatos presidenciales derrotados: no va a culpar a nadie en público por el desastroso fracaso de la oposición, tampoco habrá de quedarse en la sombra y mucho menos en silencio lamiéndose sus heridas. Tiene un plan.
Tiene claro que en el escenario político nacional hay un enorme vacío y está decidida a ocuparlo… siempre acompañada de la sociedad civil. En adelante —nos dicen en su primer círculo— mantendrá un enérgico activismo opositor inteligente, de diálogo, sin dogmas partidistas ni de estridencias innecesarias… y que apueste al futuro.
Ante la Presidenta de la República más votada en la historia de la democracia mexicana, como lo es Claudia Sheinbaum, lograr un contrapeso opositor al margen de los partidos políticos será más que sano para el país: la fórmula será la construcción de una gran ola nacional que desde lo social pueda enfrentar el movimiento lopezobradorista.
Ni el PRI ni el PAN piensan, por el momento, mantener su alianza electoral, quizá sí la legislativa para intentar frenar la aplanadora morenista en San Lázaro y a través de la negociación detener los temas sensibles en el Senado… será casi imposible. Mientras, el........
© La Razón
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