Antonio Ledezma: La caída de una dictadura
La verdad es que el dictador Maduro está en caída libre. No ha impedido esa desplomada su par Vladimir Putin, que no pudo ir más allá de darle una palmadita de consolación al defenestrado tirano tropical, de paso por Rusia, de donde “salió con las tablas en la cabeza”.
Su descalabro está a la vista de todo el mundo. Por eso luce derrotado. Lo sepultaron en las urnas electorales, Edmundo Gonzalez Urrutia y María Corina Machado, liderando a millones de ciudadanos que votaron en su contra el pasado 28 de julio. Así lo reconfirman las actas recabadas y mostradas. Esas mismas actas que Maduro se niega a enseñar en público. Dos factores claves en el entramado de Maduro están al tanto de esa perdida. Me refiero, en primer lugar, a los militares que formaron parte del Plan República y que, por lo tanto, estaban cumpliendo la tarea de custodiar todos los centros de votación. Esos soldados y oficiales de la Fuerza Armada vieron las actas y escucharon, previamente, como se cantaban los resultados que indicaban la paliza que le estaba propinando Edmundo Gonzalez Urrutia al dictador Maduro. Esos militares se las arreglaron para facilitar que los testigos representantes de los símbolos de la oposición, recabaran las actas que ahora han servido para desmontarle la bribonada al dictador Maduro. El otro factor es la maquinaria que integran los activistas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Ellos también estaban en cada una de las mesas de votación. Saben lo que realmente ocurrió. Están al tanto de la........
© La Patilla
visit website