Partidos mutantes y comunidades hacia lo desconocido
Circula por ahí una cita, probablemente apócrifa y atribuida a Napoleón, en la que el dictador corso señalaba que "para entender a un hombre hay que comprender cómo era el mundo cuando él tenía veinte años". Quizá haya algo de verdad en esa sentencia, y quizá esa sea una de las claves para entender por qué una parte importante de las élites españolas no terminan de asimilar los cambios sociales que se han ido produciendo en los últimos años. Gran parte de esas élites llegaron a la vida adulta en los años noventa del pasado siglo XX, en un país anclado en un bipartidismo muy sólido y que se apoyaba, casi por turnos, en las minorías nacionalistas del País Vasco y Cataluña; nacionalistas sí, pero no secesionistas en aquel momento. Los graneros de voto del PSOE y del PP eran –en las elecciones generales–, las comunidades de lengua castellana y Galicia, así como una parte importante de la población castellanoparlante de las comunidades en las que existía una lengua cooficial.
Los años fueron pasando: el deseo de olvido de la Guerra Civil en el que se basó la transición a la democracia –pacífica en general, excepto por la violencia asesina........
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