La revolución de una brizna de paja
Definitivamente el mundo se ha vuelto majara. Después de llegar a la conclusión de que nuestros políticos van de visita al manicomio, y no por realizar una encomiable labor social, sino para pedirle a los locos que elaboren las leyes. Y es que sólo de este modo se explicaría que sus señorías promulguen unas leyes tan inexplicablemente insensatas.
Ahora, el gigante Bayer se ha apuntado al carro de la agricultura regenerativa. Y no se debe a que los reyes del glifosato hayan vivido su particular Epifanía. Tiene que ver con que han avistado un nuevo segmento de mercado. Otro nido más en el que poner los huevos de su insaciable y voraz rapiña.
El campo español da alarmantes señales de agotamiento: los pantanos descubren campanarios mudos, las aguas subterráneas sufren de escasez y/o contaminación, los suelos agonizan por la acidificación, falta de productividad y erosión, los cultivos de alta rentabilidad ya no lo son...
Así que el año pasado, los Pablo Escobar de la agrotoxicidad presentaron su modelo "para hacer frente al cambio climático y la seguridad alimentaria". No es broma, es textual. Del mismo modo que El Patrón se hizo rico mercadeando con la fariña colombiana, al tiempo que construía casas, barrios enteros,........
© La Opinión de Zamora
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