¿Quién va a pagar los vinos?
He tenido que pasar por quirófano, y todo gracias a mi nombre. No suena muy bárbaro, pero he llorado y suplicado mucho para que me concedieran el alta voluntaria. Y justo cuando no quedaban ya paredes por las que subirme, fui autorizada para volver a hacer lo que mejor se me da, el cafre.
Mi eterno agradecimiento a los profesionales de la sanidad pública.
Qué le voy a hacer si soy de natural Bárbara. Igual que el tal Bolaños es Félix, y por eso no deja de sonreír. Ni siquiera cuando tuvo a mal no reconocer que el 7 de octubre un ciudadano español fue quemado vivo en la habitación del pánico del kibutz en la que buscó refugio, y una española fue asesinada de manera salvaje por la misma jauría de sádicos.
Según el feliz ministro, nuestros dos compatriotas fallecieron. Así, sin más.
Durante estas semanas en el dique seco, me ha dado tiempo a congraciarme con este mundo falso y de filfa en el que vivo. Sigo sin verle la gracia a esas reggaetoneras recauchutadas, sobre todo después de los Latin Grammy´23 de Sevilla. Por el contrario, he descubierto que soy muy fan de los influencers.
El influencer a quien más sigo es Grigori Perelman.........
© La Opinión de Zamora
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