Pitos y flautas
Todos los idiomas tienen sus particulares expresiones verbales que definen situaciones precisas que se trasmiten de generación en generación a modo de herencia eminentemente tácita. Una leve mirada al devenir histórico demuestra que hay pensamientos y mensajes transmitidos de manera tan eficiente que por su propia eficiencia obvian el cómo, el cuándo, el por qué y el para qué de las expresiones a las que me estoy refiriendo.
Por ejemplo, los pitos y las flautas desde tiempo inmemorial vienen siendo hermanos de sangre en nuestro lenguaje cotidiano. Entre pitos y flautas, todos los humanos nos hemos complicado alguna vez la existencia hasta el punto de perder un amigo, un vuelo o el tiempo que es oro y, con él, hasta la oportunidad de ser investidos presidentes de alguna comunidad de propietarios, de alguna peña de amigos y, los malabaristas más exóticos, hasta de algún partido político o de algún gobierno de todos cuantos existen en el vasto universo escalonado de la política patria moderna.
Tengo un amigo músico que es un privilegiado, porque vive muy bien.........
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