El equipo blanco y los jugadores negros
Cuando era escolar, los que intercambiábamos postalillas con la cara de los jugadores de la Primera División éramos legión. Y los que jaleaban el hallazgo de un futbolista negro o mulato, como si se tratase de una pepita de oro en un yacimiento sobreexplotado, unos chiflados a punto de enloquecer.
En la ciudad donde yo nací, solo se tenía conocimiento de un negro fenomenal, el marroquí Ben Barek, que había sido fichado por el Atlético de Madrid, para hacer pareja de ataque con Carlsson, un sueco menudo y muy rubio. Ben Barek era un espigado malabarista que hacía con el balón lo que le daba la gana y Carlsson, un pequeño rubiales de explosivo regate corto.
Durante años no hubo jugadores de raza negra en las escuadras españolas. En parte, porque el proceso descolonizador no fue abundante en subsaharianos que pugnasen por........
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