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México SA

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19.12.2025

Debieron transcurrir más de 18 años para que los heroicos mineros de Cananea –Sección 65–, junto con su sindicato nacional, alcanzaran un acuerdo histórico que no sólo reivindica su lucha, la solidez de su movimiento y la legalidad de la huelga estallada el 30 de julio de 2007, sino que representa un fuerte golpe contra el tóxico Germán Larrea (el de Pasta de Conchos y la contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi), uno de los barones más repulsivos del país, y su corporativo Grupo México, los cuales a lo largo de ese periodo sistemáticamente se negaron a atender las demandas de los huelguistas.

A lo largo de ese periodo, Larrea y su Grupo México no sólo intentaron acabar con el sindicato nacional de mineros, “desaparecer” a su líder, Napoleón Gómez Urrutia y cerrar con mil candados las puertas del diálogo y la negociación, sino que, en connivencia con el gobierno federal reprimieron salvajemente a los huelguistas: en 2010, Felipe Calderón envió a la Policía Federal a la histórica mina de Cananea para “resolver el problema” a sangre y fuego, cuando la solución era sencilla; atender el reclamo de los mineros.

No hay que olvidar que en 2010 el abogado corporativo de Larrea y Grupo México era (de hecho,........

© La Jornada