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¿Es Trump un fascista?

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29.11.2024

Donald Trump suele aparecer en los grandes medios de comunicación como una figura 'populista' y autoritaria. Se utilizan palabras como derecha radical, derecha noticiosa, iliberal, alt-right y, aquí y allá, extrema derecha para calificar sus opiniones políticas. Pero, ¿refleja adecuadamente esa terminología la gravedad y el peligro del fenómeno Trump? En el pasado los mismos medios de comunicación normalizaron muchas de sus opiniones extremistas e hicieron que fueran aceptables para un público más amplio.

¿No es más correcto utilizar la palabra fascismo para calificar a Trump? Para responder a esa pregunta repasamos nueve características del fascismo histórico de Hitler y Mussolini (1) para comprobar si existen paralelismos con el proyecto actual de Trump y en qué medida. Las y los lectores podrán juzgar por sí mismos.

1. Ultranacionalismo y supremacía blanca

Los nazis consideraban al ser humano «ario» la cúspide de la civilización humana y consideraban a otros grupos (como los romaníes, los judíos, los eslavos y los afrodescendientes) inferiores e incluso no humanos. Esta jerarquía racial estaba detrás de las políticas del holocausto, en el que millones de personas fueron perseguidas y asesinadas.

Influido por la Alemania nazi, Mussolini adoptó las ideas supremacistas blancas. Las leyes raciales italianas discriminaban a los judíos y a otros grupos no blancos, prohibían los matrimonios mixtos y promovían la superioridad de la población blanca «italiana». Los fascistas aplicaron en las colonias italianas políticas racistas para subrayar la superioridad europea y oprimir a la población local.

Los discursos de Trump se caracterizan por la deshumanización de la personas inmigrantes no blancas. Considera a las personas musulmanes y a las inmigrantes latinoamericanas una amenaza para la nación. Adopta estereotipos antinegros y sugiere que las mujeres de color que le critican no son verdaderas estadounidenses. De este modo, alimenta la opresión violenta de las minorías. Además, en el pasado cortejó repetidamente a supremacistas blancos y otros neofascistas.

Trump planea hacer la mayor deportación masiva de personas indocumentadas de la historia de EEUU. Quiere construir enormes campos de detención en la frontera sur y completar el muro fronterizo. También quiere prohibir la entrada en EEUU a personas procedentes de determinados países de mayoría musulmana.

2. Darwinismo social

El fascismo italiano abrazó la idea de que la violencia sacaba lo mejor y lo más fuerte, tanto de los individuos como de las naciones. El fascismo suponía una vulgarización de la filosofía fascista nietzscheana, que sostenía que existían «líderes naturales» y que eran los más indicados para gobernar.

Incluso con Hitler hubo elementos de darwinismo social o la ley de la selva. Utilizó los principios del darwinismo social para justificar la superioridad de la «raza aria». Según la ideología nazi, la lucha entre razas era una lucha natural y necesaria por el dominio, una lucha en la que las razas «más fuertes» tenían que dominar o exterminar a las más débiles.

Como país fuerte, Alemania tenía derecho a expandir su Lebensraum (espacio vital) a costa de los pueblos «inferiores» de Europa del Este.

Trump insiste a menudo en la idea de que el mundo es una competición feroz, tanto en los negocios como en la política. Elogia a líderes occidentales que destilan poder y dominio. Se ha jactado de "robar" el petróleo de Siria.

Su ética personal gira en torno a ganar y dominar. Ya se ha calificado a sí mismo de «inteligente» seis veces.

Desprecia a las personas no blancas. No se esfuerza en ocultar su aversión por las personas musulmanes, latinas o sus compatriotas negros. Presenta a los inmigrantes........

© La Haine


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