El león ruge y la dama reflexiona
La ofensiva continúa
A esta altura queda claro que el revés sufrido en el Congreso Nacional con la no aprobación de la llamada “ley ómnibus” ha sido respondido por el presidente Javier Milei con un aumento de la radicalidad de sus medidas y propuestas. Fue casi inmediata su reacción de represalia contra los gobernadores de provincias, en realidad en perjuicio directo de la población de esos territorios.
Los subsidios al transporte automotor de pasajeros primero y enseguida diversos fondos destinados al pago de los salarios docentes u otras inversiones educativas fueron el objeto de su furia y se produjo la interrupción de las transferencias con esos objetivos. Últimamente se proyecta la supresión de fideicomisos, otra forma de privar de fondos a las provincias y al mismo tiempo de dejar sin efecto políticas sociales, como el programa de vivienda PROCREAR. Lo que no implica santificar ese procedimiento de asignación de recursos.
Más allá de las retaliaciones por la “traición” de los opositores “amigos” se ciernen otros “castigos” a sectores que aparecen refractarios a la gestión de gobierno. Hacia allí va la suspensión de transferencias a las obras sociales sindicales, tratada aquí por Guillermo Cieza. Esto se suma a la interrupción de los aportes a los comedores populares, “recorte” con el que tienen un sesgo en común: La supresión de “intermediarios”, como forma de horadar el poder de organizaciones de trabajadores y pobres, tanto sindicatos como movimientos sociales.
Y disminuir la práctica y la valoración de la acción colectiva en cualquiera de sus formas. Que sólo queden Individuos aislados, inmersos en la “selva” del mercado. Todo lo demás sería “intermediación” indeseable, siempre sospechosa de encubrir un “robo”. O intervención indebida del Estado en lo que debe regir el mercado, como manifestó el presidente al inclinarse por no tomar ninguna decisión en la fijación de un incremento del salario mínimo.
En un ámbito de mayor alcance estratégico, el presidente retomó con toda la fuerza la perspectiva de la dolarización, previéndola para el corto plazo. Una entrevista en un canal de cable tuvo entre sus puntos salientes la defensa del abandono definitivo de la moneda nacional. Tomado como vía regia para terminar con la inflación y con el “robo” (otro más) de la emisión espuria que, en la visión económica del mandatario, constituye su única causa. Un avance dolarizador sería un “salto de calidad”, que privaría al país de política monetaria frente a los vientos huracanados de la economía mundial. Y tendría como uno de sus puntos de partida, un perjuicio enorme para el poder adquisitivo de los ingresos populares.
Otro avance de estos días, la perspectiva de algún tipo de alianza más formalizada con PRO, sea sólo parlamentaria o con un mayor nivel de integración en el gobierno, podría ser presentado como un signo de “apertura”. Pero en realidad no es tal, ya que entraña el abandono de la idea de colaboración con la totalidad de lo que fue “Juntos por el Cambio” (JxC) para dar paso a un entendimiento circunscripto a una fuerza que........
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