El convulsionado mundo en que vivimos hace pensar que esto de existencia de los estados cada día sea idealismo frente a la actividad de las naciones que se creen potencias, como de aquellas que buscan un mejor futuro para sus ciudadanos. Hoy la fuerza, como en la antigüedad, parece tomar auge para imponer las condiciones del mismo desarrollo económico. Estamos enfrentando una doble violencia hacia los ciudadanos y las naciones.

Las confrontaciones en la actualidad tratan de visualizarse en forma general, las batallas económicas que se libran sin importar para las potencias el daño colateral a otras entidades territoriales del globo, la guerra santa que se libra discretamente contra occidente que no publicita la muerte de cristianos, sino solamente el sufrimiento de otras religiones. Qué decir de las........

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