Por qué algunos kurdos se ponen del lado de Turquía e Irán
Las políticas estatales turca e iraní en las regiones kurdas crean inestabilidad, desigualdad económica y asimilación que empujan a muchos kurdos a colaborar con esos mismos Estados en contra de los intereses colectivos kurdos.
En la lucha del pueblo kurdo por la autodeterminación y la independencia de los estados-nación de Turquía, Irán, Irak y Siria, o en su resistencia contra invasores y opresores, ha habido muchos individuos kurdos que han cooperado con estos Estados u otros opresores en contra de los intereses colectivos del pueblo kurdo. En la cultura kurda, se les suele llamar «caş» (jash), que se traduce literalmente como «pollino» (cría del asno) y es una metáfora de «traidor». Este término no sólo se refiere a la cooperación militar y política de algunos kurdos con los opresores; también se extiende a la cooperación artística, cultural, social e intelectual.
Las relaciones de los partidos políticos y líderes kurdos con los cuatro Estados opresores se explican y justifican sobre todo por los beneficios y acuerdos políticos y financieros, que son conocidos por la sociedad kurda. El presente análisis, sin embargo, examinará las razones por las que ciudadanos kurdos de a pié -sin ningún estatus político o social especial- se unen a las fuerzas armadas, los partidos políticos y las organizaciones de los Estados mencionados.
Tras los tratados de Sykes-Picot, Sevres y Lausana, firmados entre Francia, Gran Bretaña, Rusia y otras superpotencias a principios del siglo XX, Kurdistán se convirtió en escenario de conflictos entre estos cuatro Estados y el pueblo kurdo. Esto se debe en parte a la posición estratégica de Kurdistán, que conecta por tierra el Golfo Arábigo (Pérsico) con el Mar Mediterráneo, y también a que, como «cinturón verde» de Oriente Medio, es rico en recursos naturales, sobre todo metales, agua, petróleo y otros materiales esenciales. Con un suelo muy fértil y un clima habitable, es también la cabecera de los ríos más importantes, como el Tigris, el Éufrates, el Araz, el Elwen, etc., que fluyen por todo Oriente Medio.
Esta posición estratégica de Kurdistán ha sido una de las numerosas razones del conflicto entre los kurdos y los Estados que ocupan Kurdistán. Como consecuencia, el pueblo kurdo ha sufrido opresión, genocidios, desplazamientos, destrucción, cambios demográficos, discriminación y racismo durante los últimos 100-150 años.
Muchos kurdos se han resistido a esta opresión sistemática. Sin embargo, otros han servido a los mismos estados-nación persas, turcos y árabes que reprimen a su pueblo.
Por ejemplo, en la historia kurda moderna, en el Kurdistán Septentrional, intelectuales como Ziya Gokalp desempeñaron un papel importante en la configuración del nacionalismo turco moderno y el desarrollo del kemalismo, que ha provocado el sufrimiento de los kurdos y otros pueblos no turcos en la Turquía actual. En Kurdistán Oriental, un grupo de jefes de tribus kurdas dejó de apoyar a la República de Kurdistán en 1946 y obligó a los miembros de su tribu a ponerse del lado del ejército iraní. Posteriormente, en el Irán posterior a la Revolución Islámica, algunos kurdos, denominados oficialmente Peshmergas Kurdos Musulmanes, han sido coaccionados para unirse al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní (IRGC) y a las Fuerzas Basij, que también han participado en la persecución de los kurdos desde la década de 1980. Al mismo tiempo, un grupo de kurdos participó en la guerra del ejército iraquí contra su propio pueblo bajo el régimen de Sadam Husein durante la campaña Anfal en la década de 1980.
Existen numerosas razones por las que se observa este comportamiento entre los kurdos. En este análisis se analizarán ejemplos concretos en diferentes contextos políticos y geográficos.
Kurdistán Oriental lleva........
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