Notas de ”un obrero ilustrado”
Nacido en La Puebla de Cazalla, Sevilla, el que escribe pudo contar a grandes trazos su vida en un homenaje organizado por los camaradas de Anticapitalista, y que se celebró en sala de acto repleta del GER en Sant Pere de Ribes, el lugar en el que he vivido más tiempo (1991-2024). Un lugar que en no poca medida, me retrotrae a mi pequeño pueblo.
Un pueblo llamado “de los moriscos” en el que familiares y paisanos me llenaron la cabeza de historias de todo tipo, incluyendo las de la maldita “guerra”, y claro está, las familiares. Menos mal, porque otros con el abuelo materno en cabeza, me señalaban como un desastre, un “malaje”, un “tonto del culo”. Papá desesperaba conmigo, solo pensaba en jugar…Menos mal que estaba el cine, y también las lecturas al alcance. Todo parece triste y patético. Crecido de altura corporal pero poco de cerebro, salgo mal de escuela, no sé qué va a ser de mí, tan perdido. En la segunda mitad de la década, todo parece cambiar. La emigración se manifiesta con los que vuelven ostentando cosas que ante no podían tener. Entre los campesinos desesperados, se habla y mucho, de la revolución cubana: Fidel Castro había vencido al Franco cubano. El día del entierro multitudinario del abuelo Pepe, soy el único que no pone el pie en la Iglesia. Había asumido que lo de la imitación de Jesús era una cosa y la institución, otra muy diferente. Otra lección: me enfrentó a bofetadas limpias con todos los que me quieren “chulear”. Hasta allí llegó la buena fe. Algo ya se había movido cuando la mañana del 17 de julio parto con buena parte de la familia a Barcelona. Se podría decir sin exagerar, que acababa de nacer de nuevo. A diferencia de los mayores, tengo toda la vida por delante, y a diferencia de los más pequeños, en mi equipaje pesaba un trozo de la vida local y familiar, incluyendo algunos amigos como Pepito Guerrero, todo un señor con carta de nobleza con el que había hecho buenas migas hablando de fútbol.
En los años sesenta, todo se mueve. Serán los tiempos dorados de la “coexistencia pacífica”: Jruschev, Kennedy, Juan XXIII, del desarrollismo, y se habla de que el capitalismo ha sabido regular las crisis e integrar a un movimiento obrero bloqueado entre la socialdemocracia y el movimiento comunista, sin apenas oposición por la izquierda, pero fuera de este mundo, emergen las revoluciones anticolonialistas: Cuba, Argelia, África…Luego todo esto se resume en una palabra –Vietnam-, que será la medida básica del momento. La dictadura celebra los “25 años” de pax romana. Se habla de “apertura”, pero el mido se percibe por todas partes… Tres ramas se trasladan a L´Hospitalet, cada una en una habitación, pero al final, todos tenemos nuestro piso. Paso a ser un trabajador de entonces, a lo que caiga, sin oficio (el de sastre ya estaba en decadencia), sin estudios porque llega el “veneno” de la política. Esta llega con el contacto con los restos del antiguo movimiento obrero de republicanos diversos que no se han resignado (del todo) a la más devastadora de las derrotas. Antes le había dado las espaldas al fútbol para calentar los asientos de los cines de los programas dobles. La afición pasa a ser una pasión que me lleva a las revistas (Fotogramas, Nuestro Cine, Films Ideal), luego a los cine-clubs. Primero a todo el cine, después a las películas más “comprometidas”. El cine me lleva a los libros, al sueño liberador de la cultura. Es el tiempo de las grandes novelas (Pulga, Austral, Plaza&Janés), el paso siguiente serán los libros prohibidos, que no eran precisamente pocos. Las críticas espontáneas a la Iglesia y a los latifundistas que “nos habían expulsado de Andalucía”, preparan el terreno del antifranquismo radical. Conozco a mi primer maestro, Francesc Pedra. Después, el paso a la militancia será cuestión de poco tiempo. Con el libro de bolsillo, emerge una lista amplia de editoriales avanzadas (Ciencia Nueva, Zero, Ariel, Alianza), que irrumpen en el escenario en contradicción con la censura y de las que seré un contumaz consumidor. Colocado ya en la caja de reclutas, solamente encuentro trabajo en el vidrio, en Fresquerías Pedret, un viejo centro cenetista. Conozco la CNT derruida que no me convence, y paso a engrosar las Comisiones Obreras que se reunían en la Iglesia de Sant Medir, en Sants, luego en las “juveniles” que se forman en el “Centro Social La Florida” donde, en octubre de 1967 daré una conferencia sobre el 50 aniversario de la Revolución de Octubre en la que, el principal referente era Isaac Deutscher.
En 1967, junto con un grupo de jóvenes trabajadores (en contacto con un estudiante que se hacía llamar “Vidal”, por Germinal Vidal, secretario de las juventudes del POUM muerto en las jornadas de julio en lucha contra los golpistas en Barcelona), ingresamos en un grupo llamado “Acción Comunista”. Entre el tropel de documentación que manejamos, nos atrae especialmente los referentes de Hugo Blanco, Ernest Mandel, así como la revista “Avant-garde”, que publican los de la JCR francesa. Hay una caída policial que afectará, sobre todo a veteranos militantes comunistas hostiles al “trotskismo”, y que cortara esta evolución bisoña que tuvo su momento de mayor entusiasmo durante las jornadas de mayo del 68 en Francia. En octubre de 1968 llego a........
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