Un planeta en estado de sitio
Nuestro Planeta se encuentra permanentemente asediado por fuerzas contrarias a la vida. Todos sus elementos: tierra, agua, atmósfera son agredidos sin cesar y envenenados por quienes dirigen esta civilización enfermiza y por quienes les aplauden e imitan en muchos países, economías, y culturas: todos víctimas directas o indirectas de los mismos agresores y de sus incondicionales seguidores.
Fascinados por el materialismo, la ley del beneficio y la búsqueda de poder sobre quien esté a su alcance, dirigentes y sus dirigidos sumisos imitadores a continuación, se dirigen hacia los límites de la supervivencia.
Por su parte, el mundo de la ciencia y de la cultura, aun teniendo una visión materialista, viene alertando durante años de los efectos catastróficos a que nos conduce el uso de combustibles fósiles y la energía nuclear, y como una parte de la humanidad viene observando en sus propias vidas la realidad de estas amenazas, los políticos que representan a los grandes contaminadores se exhiben periódicamente en lo que llaman Cumbres Climáticas para un lavado de cara ante el mundo. Sin embargo, los intereses opuestos del Gran Mundo Contaminador no permiten avances significativos, y cada una de las famosas Cumbres acaba sin acuerdos que impidan seguir vertiendo venenos en la copa del Planeta que nos vemos obligados beber, respirar y comer cada uno de sus habitantes, encaminados hacia la Sexta Gran Extinción, que sería inevitable de seguir así las cosas. Entre tanto, bailamos con la orquesta del Titánic.
La rebelión de la Tierra
Porque la Tierra ha dicho basta y comenzado a rebelarse, cada día añade nuevas catástrofes a la ya larga lista: Huracanes, terremotos, sequías, olas de calor, incendios, desertización, son expresiones de un cambio climático acelerado por la acción humana. Los........
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