Desde hace meses, las encuestas anunciaban una puntuación muy alta para la Agrupación Nacional (RN) y una importante derrota de la llamada “Macronie” en las elecciones europeas. La RN tiene sus raíces en la antigua tradición racista y fascista francesa agrupada en el Frente Nacional. Esto la convierte defensora de principios del imperialismo y el colonialismo franceses.Tras la sustitución de Jean-Marie Le Pen por su hija Marine al frente de este partido y el largo proceso de desdemonización y banalización que ella logró llevar a cabo se convirtió en un partido que no es del mismo tipo que el NSDAP de Hitler. El FN, ahora RN, no tiene milicias de decenas de miles de hombres armados. Por otro lado, mantiene relaciones discretas con pequeños grupos violentos de extrema derecha. Además, el partido lepénista goza de un apoyo muy mayoritario en el aparato policial francés, y ahí reside un peligro real. Por lo tanto, la amenaza fascista –stricto sensu– no es inminente, pero es potencialmente parte de la situación. Se trata principalmente de inmigrantes, siendo esta cuestión el centro del proyecto RN1. Es cierto que, para muchos, este partido se ha convertido en “un partido como cualquier otro”. Queda por ver qué proporción representa el “dégagisme” (el deseo de librarse de Macron) en el actual electorado RN.

Elecciones europeas: resultados previstos con antelación

En las elecciones europeas no hubo sorpresas, como muestra esta tabla. La RN ocupa el primer lugar en el 93% de los municipios del país2 y toda la extrema derecha se acerca al 40% combinando las listas de Bardella (RN), Maréchal (Reconquête) y Philippot (Les Patriotes). La “Macronie” recibe una enorme bofetada y la izquierda dividida retrocede. Con una participación del 51,49%, sólo 7 de las 38 listas presentes (un récord) obtuvieron cargos electos.

Disolución de la Asamblea Nacional: una decisión inesperada

La decisión de Macron la noche de las elecciones, por otro lado, fue un rayo caído del cielo. Existen varias hipótesis para explicarlo, pero una cosa es segura: la profunda crisis de la “Macronie” está en el centro de esta decisión. Y contrariamente a las declaraciones de Macron, la disolución y las elecciones legislativas del 30 de junio y del 7 de julio podrían, por el contrario, hacer ingobernable el país, con un parlamento que le sería aún más hostil. Esto es lo que predicen las primeras encuestas. En cualquier caso, la disolución reorganiza las cartas y promete fuertes turbulencias, aunque todavía es muy difícil saber qué saldrá de las urnas del 30 de junio y del 7 de julio.

Ha comenzado un período de severas turbulencias

Desde Révolution Permanente (RP) hasta Sarkozy, pasando por Lionel Jospin, el gesto presidencial –que responde a las exigencias formuladas por RN y Bardella– es objeto de acusaciones, por motivos muy diversos. El 9 de junio, RP denunció esta “ apuesta que ofrece una oportunidad histórica a la extrema derecha”3. Un riesgo muy real. Según las voces que defienden abiertamente el orden capitalista, lo que se señala es el riesgo de desorden e ingobernabilidad. Para el ex presidente Sarkozy, Macron plantea «un riesgo importante» para el país, el de un «caos» del que a Francia le resultará difícil escapar4. El ex Primer Ministro del PS, Lionel Jospin, recuerda el «peligro» del RN y critica una «decisión imprevista, improvisada, no pensada«, que «sumió al país en un momento convulso«, añadiendo que «la cuestión de la ocupación del poder por la extrema derecha no habría existido en Francia sin esta increíble disolución“5.

El anuncio elíseo y la posible llegada de un primer ministro RN después del 7 de julio ya han cambiado mucho la situación política, que evoluciona día a día.

La primera reacción notable y alentadora fue la salida a las calles de la capital y de otras ciudades, desde la tarde del 9 de junio y los días siguientes, de la fracción de la población más hostil a la extrema derecha y a la perspectiva de ver a Bardella como primer ministro. Los jóvenes escolarizados estuvieron en el centro de las primeras manifestaciones contra la RN, con un eslogan ampliamente utilizado: «¡La juventud jode al Frente Nacional!»6». En términos más generales, “la gente de izquierda” se está movilizando, exigiendo la unidad de sus organizaciones. El temor –realista y legítimo– de ver a la RN en el gobierno está muy presente. El 15 de junio, cientos de miles de personas marcharon por convocatoria de cinco centrales sindicales (CGT, CFDT, Solidaires, FSU, UNSA), numerosas asociaciones y partidos políticos de izquierda y extrema izquierda. Hay aquí un hecho importante que hay que tener en cuenta.

En la derecha, se están realizando reclasificaciones. LR7 paga el precio. Por un lado, su presidente, el........

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