Podemos o el moderno Ícaro
Mary Shelley, al titular su obra “Frankenstein o el moderno Prometeo,” estableció un paralelismo entre el protagonista de la novela y el mito griego de Prometeo, quien desafió a los dioses para otorgar el fuego a los hombres y por ello fue castigado. Sin alcanzar la genialidad de Shelley, nos permitirá quien nos esté l
eyendo que tomemos otro mito griego para evaluar a Podemos, que ha sido estos últimos diez años uno de los fenómenos políticos que más atención ha acaparado en el Estado español.
Cuenta la leyenda que Dédalo y su hijo Ícaro, atrapados en la isla de Creta, decidieron escapar construyendo unas alas para ambos con plumas y cera. Dédalo advirtió a su hijo que no volase demasiado cerca del sol ni demasiado cerca del mar, para no lastimar sus alas. Ícaro, ignorando los consejos de su padre, voló demasiado alto, y el calor del sol derritió la cera de sus alas, haciéndolo caer al mar.
En 2015 Podemos (UP) obtuvo 5,2 millones de votos en las elecciones generales (sólo 340.000 menos que el PSOE) y conquistó muchos de los principales ayuntamientos como Madrid o Barcelona al grito de “los ayuntamientos del cambio”. Desde entonces, volaron tan alto que, a ritmo vertiginoso, UP y sus dirigentes pasaron de denunciar a “la casta” del régimen a integrarse en ella, poniendo todas sus aspiraciones políticas en las instituciones y en formar gobierno con el PSOE.
Centenas de miles de personas llenaron las calles y ocuparon las plazas de todo el Estado español al calor de las revoluciones árabes, en mayo de 2011, con tres lemas muy claros: “no nos representan” “lo llaman democracia y no lo es” y “no es una crisis, es una estafa”. Definían el hartazgo y la indignación después del gobierno de Zapatero, que declaró la guerra a la clase trabajadora con la primera reforma laboral, la reforma de las pensiones, la de la Constitución y el Estatut d’autonomia de Catalunya, entre otras.
El 15M fue un proceso de lucha social que duró unos 3 años, con dos huelgas generales y la irrupción de importantes luchas obreras de por medio, como la de los mineros. El momento más agudo y progresivo de este proceso abierto fue las Marchas de la Dignidad, en marzo de 2014, que aglutinaron organizaciones obreras no controladas por los partidos del régimen, el PSOE e IU/PCE. Estaban compuestas por........
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