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Medio siglo después

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29.11.2025

Con motivo de los 50 años desde el fallecimiento de Franco, la propaganda gubernamental ha puesto en marcha diversas iniciativas. Con estas pretenden conmemorar la llegada de lo que llaman “democracia” y añadir más maquillaje al régimen para paliar la crisis que lo aqueja. El gobierno apela a la “memoria histórica”, pero tal como la plantean no es más que una insultante amnesia. Saben que no se puede entender el presente ni conquistar el futuro si se desconoce el pasado. Así difunden que con el deceso del Caudillo y la imposición de la farsa constitucional -con todo tipo de mentiras y de chantajes repletos de terrorismo de Estado-, por arte de magia se esfumó la dominación fascista. Como si fuera posible la transición a un régimen democrático-burgués sin ruptura alguna con el fascismo. Este solo se reformó para encubrirse mejor y tener así la capacidad de perpetuarse en el poder. Puesto que tanto por el contexto internacional como por las luchas que los desbordaban en las calles, les era inviable dejar el Régimen intacto. Ante el peligro de una insurrección que se lo arrebatara todo e hiciera justicia, decidieron pintar el edificio manteniendo la estructura. “Cambiar algo para que todo siga igual”.

El propio rey emérito colocado a dedo por Franco, reconoce en sus infames “memorias” que maniobraron para evitar a toda costa la Ruptura impulsando la Reforma. Aunque por intereses evidentes incurra en la contradicción insostenible de erigirse como máximo defensor de la “democracia”. La Ruptura con el Régimen, fascista hubiera implicado que se condenara a los culpables de tanta opresión criminal, se recuperaran todos los derechos y libertades arrasados, se honrara a todos los luchadores antifascistas, se defendiera una verdadera memoria y se iniciara un proceso........

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