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Revoluciones socialistas por vía electoral: ¿castillos de naipes?

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09.08.2024

«América del Sur se nos puede embrollar de modo incontrolable si no tenemos siempre a la mano un líder militar de la calidad solidaria del general Augusto Pinochet».

Mike Pompeo, ex Secretario de Estado de Estados Unidos.

«Occidente dice llevar libertad y democracia a otras naciones. Esa democracia es superexplotación, y esa libertad es esclavitud y violencia. Esa democracia es hipócrita hasta la médula».

Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.

¿Democracia? ¿De qué diablos estamos hablando?

Pasó en Argentina con Juan Domingo Perón, en Brasil con João Goulart, en Guatemala con Jacobo Árbenz, en Perú con Juan Velazco Alvarado, en Panamá con Omar Torrijos, en Chile con Salvador Allende, en Haití con Jean-Bertrand Aristide, en Grenada con Maurice Bishop, en Honduras con Manuel Zelaya, en Bolivia con Evo Morales. Se intentó hacerlo en Venezuela con Hugo Chávez, sin lograrlo, lo están intentando ahora en Colombia con Gustavo Petro, lo hicieron en Perú sin siquiera darle tiempo a gobernar a Pedro Castillo. ¿Se estará preparando actualmente en Venezuela una similar movida para intentar sacar del poder a Nicolás Maduro? Todo indica que sí (allí, la voracidad del imperio en lo único que piensa es en las reservas de petróleo. Toda la actual parafernalia del fraude apunta a poner sus agentes que le garanticen el acceso libre a las mismas).

La totalidad de estos procesos mencionados, diversos y con características particulares cada uno de ellos, tiene algo en común: mandatarios llegados con voto popular dentro del marco de la institucionalidad capitalista (democracia burguesa) que «osaron» ir más allá de lo permitido en cuanto a reformas político-económico-sociales, fueron sacados (o intentados sacar, forzándolos así a negociar) del poder por acciones desestabilizadoras, en todos los casos encabezadas por el gobierno de Estados Unidos, siempre en complicidad con las oligarquías nacionales.

¿Qué significa esto? Que ningún proceso de cambio profundo puede hacerse a través de los mecanismos de esa fantochada que, hoy por hoy inundando prácticamente todo el mundo, llamamos «democracia». Ésta no es más que la forma político-administrativa que adquiere la formación económico-social capitalista en estos últimos dos siglos. Dado........

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