Los nombres que nos ponen nos condicionan
Los antropónimos dicen mucho de nosotros mismos y de la época histórica en la que hemos vivido. El nombre que nos ponen cuando nacemos, por un lado, nos condiciona como personas (se convierte en un significante más dentro de nuestra cadena de significantes) y, por el otro, es un reflejo de la época en la cual nos lo han puesto (fruto de las modas y de la situación histórica del momento). No es lo mismo que te pongan Arnau que Pere, o Dolors que Martina; ni tampoco es lo mismo que lo hagan a principios del siglo XX que en el 2002. Un mismo nombre puede fascinar en una época y sonar ridículo en otra. Y aún añadiría una variante más: la situación geográfica. No es lo mismo que te llames Purificació en Lleida que en Wisconsin; seguramente, en Wisconsin, no sabrán pronunciarlo. ¿Qué hace que unos padres elijan un nombre y no otro? Creo que uno de los principales motivos es la rebeldía. Es........
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