Una lección de humildad
Emmanuel Macron ha dado una lección de humildad a la política europea que nuestros partidos deberían hacer el esfuerzo de escuchar. Los discursos políticos —en Catalunya, y en buena parte del continente—, viven demasiado lejos del sentido común e incluso del mundo real. A la derecha y a la izquierda, los usufructuarios de las viejas ideologías del siglo pasado se han convertido en una losa y un peligro. Solo hay que ver las descalificaciones que cayeron sobre el presidente francés cuando osó convocar elecciones para saber qué apoyo tenía su política.
Como ya hace años que pasa en el estado español, en Europa los más demócratas a menudo no son los que hablan más de democracia. La propaganda ha secuestrado los debates hasta el punto que, arriba y abajo, en los despachos y en la calle, todo el mundo vive de fórmulas gastadas y solo ve los problemas cuando los tiene literalmente encima. Macron hizo lo único que podía hacer para........
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