Testamento
El pasado sábado fui a ver a Bruce Springsteen a Montjuïc, con mi amigo Pep y mi hermana Laia. Cuando estábamos en la entrada nos encontramos con una amiga de mi hermana que hacía 30 años que no veía, y que venía acompañada de un amigo, de la misma edad que nosotros, que se dedica a organizar viajes temáticos en África. Antes de bajar a la pista del estadio, nos paramos a comprar cinco cervezas en un chiringuito. Mientras discutíamos por quién invitaba a quién, la camarera nos hizo saber que eran 50 euros.
El precio de las cervezas –diez por cabeza– me hizo pensar en la conversación que teníamos con Pep mientras llegábamos hacia Barcelona. En el coche, hablábamos de las dificultades que los hijos y los nietos de la clase media que vertebró la autonomía y empujó (y financió) el proceso de independencia tienen para comprar una vivienda. Como que la vida se ha encarecido, y ahorrar por la entrada de un piso se ha vuelto difícil, la gente de menos de 40 años que tiene una familia (o que la quiere tener) tiende a vivir al día y a gastarse, en un alquiler, el dinero que antes ponían en una hipoteca.
Enseguida me llamó la atención ver que la........
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