La letra pequeña de la digitalización
Desde el comienzo de la primera revolución industrial y el nacimiento de las cadenas de montaje, las compañías iniciaron el tortuoso camino de la producción y comercialización a escala, así como la necesidad de ser eficientes en calidad, tiempos y costes para afrontar la competencia y mejorar la rentabilidad para el accionista como fin último de su existencia. Se trata de un proceso de mejora continua que seguiremos viviendo en el futuro.
Las nuevas tecnologías y la progresiva digitalización de las actividades económicas se están convirtiendo en un catalizador de cambios estructurales en la economía de los países y de sus industrias. Dichas alteraciones pasan por dos necesidades, por un lado, la sustitución de los trabajadores menos cualificados por otros con mayor formación adaptada a los nuevos tiempos y, por otro, la eliminación de empleos que son sustituidos por máquinas, robots, algoritmos e incluso, por los propios clientes, como es el caso del autoservicio en sentido amplio. Un ejemplo de ello es que, muchas empresas externalizan en los clientes, parte de sus procesos y costes, incluso nos hemos acostumbrado, como a realizar nuestra operativa bancaria, desde casa, utilizando los sistemas de nuestra entidad financiera, o bien el uso de herramientas de inteligencia artificial que hace........
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