El segundo piso de la fantasía
Los episodios más cruentos de la historia, los más violentos, han sido prohijados por los líderes que han querido someterla y ponerla a su servicio. Por aquéllos que se han asumido como demiurgos capaces de diseñar el futuro al golpe de su voluntad. La lista es tristemente larga: Bonaparte, Mao, Hitler, Stalin, etcétera. En cambio, los mejores momentos han sido encarnados por los estadistas que supieron lidiar exitosamente con las circunstancias que les fueron impuestas, buscando mitigar los daños que no eligieron: Gandhi, Churchill, Mandela, Juárez, entre otro etcétera.
La diferencia entre unos y otros es fácil de observar: los primeros se propusieron cincelar el destino con sus martillos poderosos. Imaginaron el futuro que les gustaba y, con sagacidad y fuerza equivalentes, se dispusieron a crearlo. En muchos sentidos, sin duda, fueron admirables. Pero ninguno logró su cometido. Las fantasías que persiguieron nunca se........
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