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El Nobel de María Corina y el “Kastigo” a Boric

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La semana pasada fuimos testigos de dos hechos muy significativos para la derecha latinoamericana: El primero ocurrió fuera de las latitudes del continente, con el reconocimiento de la líder opositora venezolana María Corina Machado Parisca como Nobel de Paz 2025, por, y cito “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, y el segundo, casi en el fin del mundo, en las australes tierras del mejor vino de estas instancias geográficas, con la elección del maliciosamente llamado ultraderechista José Antonio Kast en las presidenciales chilenas.

El fenómeno de derechización del mundo, que se está viendo con rápida intensidad en América, responde a varios factores que me gustaría analizar. Primero, el liberalismo ha fracasado en todo el mundo en la búsqueda de soluciones a los problemas básicos de las sociedades tales como la educación, el empleo, la seguridad y la salud. Por la misma razón que los gobiernos conservadores cansaron a la población, así mismo los ciudadanos inconformes y desilusionados encuentran en el populismo de derecha, el antiliberalismo, el tradicionalismo y hasta en el autoritarismo la esperanza de verdadera transformación que la izquierda y el liberalismo no lograron.

Ese es el caso de lo sucedido en Chile, donde se dice que el triunfo de Kast es una respuesta a la inconformidad de la sociedad chilena con gobiernos de izquierda socialista como el de Bachelet y del propio Gabriel Boric, y de tímidos liberales como el de Piñera, el de Frei-Ruiz y el de Alwyn, y optaron por una solución que, para los contradictores eternos de la derecha, se asemeja o emula a la dictadura Pinochetista. Me pregunto entonces por qué no han podido cambiar la constitución imperfecta y manchada del Tata Pinochet, de la que tanto reniegan los socialistas nostálgicos........

© El Universal