Dos (miserables y raquíticos) minutos y medio
Desde hace tres sexenios y especialmente durante la presente administración, se ha debatido (y se seguirá debatiendo) acerca de la violencia criminal que padecemos como nación y el eje rector de este debate se centra en la enorme cantidad de homicidios dolosos que han acontecido.
Seguir hablando de quién fue culpa que el monstruo se haya salido de su jaula (si es que alguna estuvo enjaulado) o de quién le permitió crecer hasta adquirir dimensiones tipo Godzilla, resulta un ejercicio profundamente inútil y estéril que solo sirve para evitar aceptar responsabilidad alguna.
Es imposible no hacer un ejercicio estadístico comparando al pasado con el presente para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos o dicho de otra forma, si estamos mejorando o empeorando. Los números son fríos y sin preferencias políticas, ergo, su puntualidad es impecable… mientras sean reales, claro está.
Amable lector(a), antes de continuar, por favor permítame presentarle el siguiente ejemplo a manera de analogía para que entienda mejor a dónde quiero llegar. ¿Cómo se daría usted cuenta después de arduas sesiones en el........
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