Conciliación
Yo no puedo opinar que usted es un asesino, no, tendría antes que probarlo. Yo no puedo opinar que usted es un narco, no, tendría que verlo pidiendo dinero a cambio de drogas ilegales. Pero el expresidente Pastrana ha acabado en una audiencia de conciliación con el presidente Petro, en el búnker al que van a morir las ilusiones, por haber tuiteado que este gobierno es uno solo con la mafia, y quizás ese encuentro de dos mundos se nos vuelva un llamado a elevar la calidad de los insultos y a despreciar dentro de los términos de la ley. Se ha vuelto muy común que la gente calumnie a la gente. Cada día sorprende menos que un líder deshonre a un rival a cambio de likes. Parece normal que los ciudadanos se refugien en sus amañadas versiones de los hechos, y allí se reproduzcan y envejezcan y mueran. Y, sin embargo, no está bien. Y es cuestión de salud pública que sea impensable injuriar para ganar.
(También le puede interesar: Pepes)
El público alucinado del espectáculo........
© El Tiempo
visit website