(No) solo el pueblo salva al pueblo
El desastre de la Dana en Valencia ha provocado una ola de indignación y rabia contra el conjunto de la clase política española, además de un sentimiento generalizado de que las instituciones públicas no ayudan a los ciudadanos cuando estos más lo necesitan. Sin entrar a valorar si los mecanismos de prevención en un primer momento y los de reconstrucción posteriormente han sido o son eficientes, es evidente que en los días posteriores al desastre hubo numerosas declaraciones en medios y redes sociales que alimentaron una narrativa interesada, presentando a España como un “estado fallido” incapaz de proteger a sus ciudadanos en situaciones de emergencia. Estas opiniones, amplificadas por ciertos sectores mediáticos y políticos, viene en gran parte determinada por una ola reaccionaria mundial de la que España no es ajena —en la que Donald Trump es su máximo exponente internacional— y que pretenden erosionar y deslegitimar las instituciones públicas y con ello el papel que tienen los organismos estatales a la hora de proveer servicios públicos a sus ciudadanos.
Es en medio de todo el barro —metafórico y literal— donde la extrema derecha despliega toda su maquinaria. Sus principales voceros azuzan, mediante bulos, a una parte de la población legítimamente indignada que carga contra las instituciones públicas las cuales las perciben inoperantes y deficientes. En ese sentido, se ha popularizado el lema “solo el pueblo salva al pueblo”, vinculado tradicionalmente a los movimientos de izquierda. Como consecuencia de esto, están ganando peso los discursos anti impuestos, que encuentran en la indignación ciudadana un........
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