Voluntarios contra el barro

El policía Álex Payán, durante los trabajos en Benetússer para limpiar el lodo. / CEDIDA

Jordi Ribalaygue

Periodista

Periodista especializado en información local de Barcelona y el área metropolitana. Ha trabajado en El Mundo, EFE, Público, Ara, Tot Barcelona y medios locales de Sant Adrià de Besòs y Badalona. Ha colaborado en la redacción del libro 'Objectiu Venus', sobre el barrio de La Mina.

Solo un menisco roto en mitad de las labores entre el barro y los deberes de ser padre de una criatura han obligado a una breve retirada de la Valencia arrasada por la DANA a Álex Payán, guardia urbano en Barcelona. Suma siete jornadas maratonianas en Benetússer, sin apenas respiro, enfrascado en una intensa faena para coordinar a decenas de policías desplazados de distintos puntos de España para socorrer a los damnificados. Este martes vuelve a la zona arruinada por la gota fría, sin que la lesión lo frene.

“Cada vez que regreso a Barcelona, quiero volver a bajar. Soy necesario en casa, pero allí somos vitales porque, con un día de trabajo, dejamos que alguien vuelva a entrar en su vivienda”, justifica el agente, artífice de una amplia escuadra de voluntarios de la que se ha puesto al frente. La componen efectivos de cuerpos policiales de todo el país que acuden aprovechando días de permiso y de vacaciones.

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