Efecto llamada
Opinión | UNA IBICENCA FUERA DE IBIZA
Pilar Ruiz Costa
Los cayucos dispararon la inmigración irregular en 2023. / Agencias
El presidente Pedro Sánchez se ha ido de viaje a África, concretamente a Mauritania, Gambia y Senegal en busca de «acuerdos de inmigración ordenada y regular» como alternativa a las pateras. Una «migración circular», esto es, con contrato temporal y retorno. «La migración no es un problema, sino una necesidad que implica ciertos problemas». Pero también para la economía española es «riqueza, desarrollo y prosperidad». Porque antes que presidente, Sánchez es economista. Quien se presupone sabe más de números: el Banco de España, comparte punto de vista. En su último informe anual indicó que serán necesarios 24,67 millones de trabajadores migrantes en los próximos 30 años «para evitar el proceso de envejecimiento de la población y resolver los desajustes que podrían surgir en el mercado de trabajo español». Esto es, traducido al común del ciudadano: para sostener el sistema de pensiones.
Pero como Sánchez además de economista, es político, ha añadido en otra escala de su gira africana que «es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente», como «mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente........
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