Opinión

Pilar Ruiz Costa

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, toma posesión del cargo / Carlos Santiago / Zuma Press / ContactoPhoto

Las noticias solapadas de que México ha excluido al rey Felipe VI del acto de toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta ante la negativa del monarca a pedir perdón por los delitos cometidos por la Corona durante la colonización, junto a la de los siete empresarios de Murcia implicados en una red de prostitución infantil que no entraran en prisión tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, entre otros, por el atenuante de ‘dilaciones indebidas’, esto es, por la demora del proceso judicial, que ha tardado 10 años en celebrarse, da buena cuenta de aquello que decía Einstein de que "el tiempo es relativo".

Quizá por la indignación que provoca, no ya diez, sino hasta quinientos años no parecen tantos. Volviendo a Su Majestad, como recordarán, el ya expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador —que sí invitara a nuestro rey a su toma de posesión—, envió dos sonadas misivas con motivo del bicentenario de la liberación del país —ajá, liberación del nuestro—: una dedicada al ‘Representante de Jesucristo en la Tierra’, el papa Francisco, y otra al Jefe del Estado español, Felipe de........

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