NI UN PASO ATRÁS: POR QUÉ RETROCEDER SERÍA MÁS COSTOSO QUE SOSTENER EL AJUSTE
La decisión del gobierno de Rodrigo Paz de eliminar la subvención a los combustibles mediante decreto supremo ha marcado un punto de inflexión en la política económica del país. Las declaraciones recientes de ministros y miembros del gabinete, ratificando que no habrá marcha atrás, no responden únicamente a una postura política de firmeza, sino a una lectura técnica de una realidad fiscal que ya no admite ambigüedades.
Desde el punto de vista macroeconómico, la subvención a los combustibles se había convertido en un ancla insostenible. Representaba un drenaje permanente de recursos públicos —dos mil millones de dólares anuales en promedio— financiados con endeudamiento, pérdida de reservas y distorsiones en el mercado interno. Mantenerla implicaba seguir postergando el ajuste, encareciendo su costo futuro y reduciendo el margen de........© El País





















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