El discurso de posesión de Galán
Puede decirse que un discurso de posesión de un cargo, si es bueno, logra proyectar del dirigente: qué recibe y cómo va a cambiar, continuar o mejorar las gestas. No necesariamente se centra en realizaciones sino más bien en una emoción central que inspire confianza. Para un político es clave porque es ahí donde comienza a dar señales de su posible capacidad para cumplir con las esperanzas removidas. Es algo así como el primer día de los cien primeros que tienden a marcar el talante y la efectividad de un gobierno.
Es el inicio de la administración. En este sentido, se resalta del discurso de posesión de Carlos Fernando Galán, como nuevo alcalde de Bogotá, su énfasis en el ímpetu que espera liderar. Rescatando de ímpetu, su connotación de impulso y movimiento o cambio. Esto resulta bueno para una ciudad ecléctica, donde las........
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