Llámenme extrema
Tratando de superar la tusa por la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional que terminó con el triunfo del candidato del petrismo, el abogado Efraín Polo Rosero (gracias a la “volteada” de varios senadores de los partidos de la U, Liberal, Mira y Conservador); varias reflexiones llegaron a mi cabeza en el desvelo nocturno.
El magistrado Polo, abogado javeriano y de quien aclaro no hay cuestionamientos sobre su preparación y capacidades técnicas, resultó vencedor de la contienda con una votación de 57 a 47, sobre la abogada, también javeriana, Claudia Dangond. La elección, que había sido precedida por un empate 50 a 50 la noche anterior, dio un vuelco repentino y como por obra y gracia del Espíritu Santo o mejor, por obra y gracia de un tocayo de otro personaje de la Santísima Trinidad y con solo unas horas de diferencia, al menos 5 “probos” senadores fueron persuadidos para cambiar de postura e inclinarse a favor de Polo Rosero, dejando en tela de juicio la independencia de la Corte.
Anoche, todos los que tenemos algún tipo de inquietud política, nos acostamos buscando........
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