En los anales de la vergüenza
660 días. 660 de 1460. 660 días en los que nuestro país ha experimentado de forma latente la improvisación y el desgobierno. 660 días de un proyecto que se hizo elegir con las banderas del cambio, el pluralismo democrático, el amor y la vida y del que hasta hoy solo hemos visto radicalización, cambio de corruptos, odio y resentimiento.
La apuesta de muchos de los líderes bien pensantes de la política que apoyaron el proyecto del prócer de Ciénaga de Oro -unos por animadversiones personales, otros por oportunismo, otros por convicción y otros tantos, por descarte- estuvo justificada, al menos en el discurso, en la posibilidad de la reconciliación política a partir de un modelo progresista que prometía gobernar para los “nadies”, menguar la desigualdad y apostar por una forma de liderazgo que, con la promesa de respetar la Constitución, persiguiera la implantación de un modelo ambiental, social y económicamente sostenible.
Todas, intenciones muy bonitas en el discurso, pero para cualquiera con nociones........
© El Nuevo Siglo Bogotá
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