El retorno de la Bienal Internacional de Valparaíso II
La tendencia de algunos grupos académicos a operar de manera endogámica, sin buscar una verdadera conexión con el territorio y su gente, limita el potencial de la bienal para generar relaciones significativas y duraderas.
Continuando con las descripciones y reflexiones en torno a la Bienal Internacional de Arte de Valparaíso, se pueden enumerar y tensionar variadas cuestiones, formales y de contenido, a menos de dos meses de inaugurarse esta importante recuperación institucional de las artes visuales para la Región de Valparaíso, el país y que puede –si las condiciones organizativas y profesionales lo permiten– extenderse con un real internacionalismo en las próximas versiones.
El proceso de la construcción de esta breve columna lo realizaré como insumo de parte de un preborrador que elaboro, donde apunto todo el acontecer bienal para, de forma crítica/comparativa, desarrollar un informe sobre las situaciones, condiciones y propuestas para el futuro de este evento. Este breve fragmento de ese insumo lo elaboraré integrando las enumeraciones de los sucesos juntándolos con las tensiones reflexivas al mismo tiempo (en el informe se estructurarán de manera más desglosada).
La selección de curadores, tanto locales como internacionales, emerge como uno de los primeros desafíos a abordar una vez concluida la edición 2024. La anticipación en la elección de estos profesionales, con un margen de casi dos años, permitiría la preparación de proyectos curatoriales profundos y complejos, alejados de las dinámicas apresuradas que a menudo relegan a estos expertos a roles de jurado o museógrafos.
Esta anticipación no solo favorecería una curaduría profesional y contextualizada, sino que también establecería un marco propicio para la colaboración internacional. Este aspecto, de haber estado integrado antes, habría impedido, o minimizado, la pérdida de la curadora local (ya reemplazada por la segunda candidata con mejor puntaje en la rúbrica) que había quedado seleccionada en primera instancia.
Otro aspecto crítico es la gestión y difusión del conocimiento, particularmente en lo que respecta a la investigación y el trabajo de archivo. La experiencia nos muestra........
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