La derecha dividida y sin programa: ¿Puede ser una alternativa de gobierno?
¿Qué políticas económicas macro promoverán en la actual fase post neoliberal y de transición energética, y qué soluciones micro proponen para los problemas del estancamiento, la baja productividad, el empleo precario, la movilidad laboral y la seguridad social?
“Contra el inmovilismo” fue el título de ENADE 2024. Se buscaba confirmar el aserto de la oposición y las cúpulas empresariales que el gobierno ha condenado al país al inmovilismo. Lo que, sin embargo, observa el país es que ha finalizado, en lo fundamental, la estabilización económica, la economía viene creciendo desde septiembre de 2023 y son numerosas las iniciativas que están en marcha: se perfila una política de Estado en seguridad y mejora la coordinación de las entidades estatales en la lucha contra el crimen organizado, varios proyectos de ley en relación con la seguridad (varios de ellos aprobados), numerosas proposiciones respecto a un innovador pacto fiscal y por el crecimiento (entre las que destacan la modernización del sistema de permisos sectoriales y del sistema de evaluación del impacto ambiental (SEIA), propuestas de reforma en pensiones, estructura tributaria y una amplia discusión respecto de la salud. Al mismo tiempo, se están concretando importantes inversiones en el campo del transporte ferroviario y en el metro de Santiago, entre otras iniciativas.
Sobre la base de una política que niega la “sal y el agua” al gobierno, que se niega a flexibilizar sus posiciones para alcanzar acuerdos que permitan avanzar en un nuevo pacto fiscal asociado al impulso de un nuevo modelo de desarrollo que permita superar el estancamiento congénito de la productividad y la caída del ritmo de crecimiento, la derecha se ofrece como alternativa de gobierno.
El propio Mercurio se declara escéptico respecto de que este ofrecimiento esté acompañado de un proyecto político y una propuesta programática a la altura de los grandes y complejos desafíos que enfrenta el país. En efecto, en su editorial el 20 de diciembre del año recién señalaba que las distintas corrientes de la derecha no se percataron que la ciudadanía busca respuestas a temas distintos a los que enfatizó la campaña, en particular los que preocupan a mujeres y jóvenes.
Más recientemente, José Joaquín Brunner, en el mismo medio, constataba que en los dos gobiernos de Sebastián Piñera se “mostró un vacío de relatos; o sea, una carencia de visión necesaria para conducir el desarrollo del país” para luego afirmar que “las derechas se dirigen hacia la próxima elección presidencial con una ausencia similar de propuestas, amén de hallarse divididas entre un grupo ultraconservador y una coalición de fuerzas algo más moderada”. Respecto de lo económico se preguntaba: “¿basta acaso con solo estimular los ‘espíritus animales’ de las grandes empresas, reducir impuestos y liberalizar mercados? ¿alguien cree seriamente que por esta vía es posible obtener mayor bienestar social y apaciguar la conflictividad latente en la sociedad?
Tanto el Mercurio como JJ Brunner coinciden en los déficits que caracterizan hoy a la derecha y que ponen en duda su capacidad de gobernar. Hugo Herrera y el propio........
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