Una agenda legislativa para perder-ganando
Los riesgos de este método son altos: eleva la dificultad para conseguir aprobar leyes en ámbitos de menor conflictividad y existe la posibilidad de que el intento de perder-ganando se quede simplemente en un perder-perder.
Luego de la Cuenta Pública del 1 de junio ha quedado claro que el Gobierno ha rediseñado su estrategia, de cara al segundo tiempo de su mandato. Exploradas hasta el límite todas las posibilidades de destrabar el bloqueo opositor, los anuncios presidenciales parecen encaminados a un solo escenario: la improbable aprobación de sus principales reformas.
Si las propuestas previsionales y tributarias, de aparente mayor transversalidad, no han logrado avances significativos, menos posibilidades tienen la legislación del aborto y la eutanasia, la condonación del CAE o la negociación sindical por rama de actividad. Se trata de una agenda que desata las más duras reacciones de la derecha y, dada la actual correlación de fuerzas, se avizoran muy escasas sus probabilidades de éxito.
Sin embargo, ganar una votación no es la única posibilidad de avanzar en política. En este tipo de circunstancias se puede explorar la idea de “perder-ganando” en materia de estrategia parlamentaria. Esta noción se refiere a una situación en la que un........
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