La indignidad de un ministro | Columna de Álvaro López Peralta
Desde que llegó al cargo de ministro de Salud y Protección Social, en mayo de este año, en reemplazo de la activista y poco concertadora Corcho, ha exhibido actitudes y pronunciamientos que atropellan la sensatez y la decencia, tan necesarios en alguien que ocupe un cargo de ese nivel de importancia en el gobierno. Eso es lo demostrado por el señor Jaramillo.
Sus primeras declaraciones emocionales y beligerantes fueron contra las EPS, a las que, al igual que su antecesora, ha acusado de apoderarse de los dineros de la salud para enriquecer a los líderes empresariales del sector privado y a “algunos sectores políticos y paramilitares”. En su persistente afán ideológico ha reiterado que las EPS no se acabarán, sino que se transformarán, en un claro........
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