Mutis, Buñuel y la condesa Poniatowska
Cuando Gabo se fue a vivir a México D.F. ni los vecinos se enteraron. Cuando llegó Álvaro Mutis, en cambio, la ciudad cayó a sus pies. Alto, bello, divertido y con la chequera de una multinacional petrolera en el bolsillo, Mutis era imbatible. La condesa y escritora Elena Poniatowska lo describe así:
«Es el salvador de las fiestas. Seduce a la Duquesa de Altamira, a la Marquesa de Villamarcilla… Sus carcajadas levantan la fiesta como las burbujas al champagne, y nada le gusta tanto a una mujer como sentirse espuma... Cuenta chistes, imita a Cantinflas, habla de Goethe, de Brigitte Bardot y de las misas negras. Declama en francés y dice adivinanzas en slang. A los europeos les habla de Siam y a los sudamericanos de Europa. Posee lujosas y muy raras ediciones limitadas. Con Octavio Paz habla noches enteras sobre las relaciones entre la mística y el porvenir del hombre. También a Paz lo seduce. Tiene con qué. Cosmopolita, culto, sensible, bondadoso, mundano, es el rey. Nada se le atora. Su charme derrite. Álvaro Mutis parte plaza.........
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