La tercera guerra mundial y la preferencia por las noticias malas
En el 2016, el periodista uruguayo Leonardo Haberkorn escribió una carta en la que cuenta por qué renunció a dictar clases en la universidad. Haberkorn, además de exhausto de pelear contra la distracción de los teléfonos móviles, no pudo más con la indiferencia de los jóvenes ante los eventos noticiosos y globales. En la carta, el profesor se quejaba: “cada vez es más difícil explicar cómo funciona el periodismo ante gente que no lo consume ni le ve sentido a estar informado”.
Y sí, es extraño, por no decir desconcertante, dictar clases sobre periodismo a personas que no leen noticias. Sin embargo, el caso de los estudiantes de Haberkron y los míos, que tampoco se están informando, no parece ser el mismo. Según el profesor, sus estudiantes manifestaban un desinterés postadolescente por todo lo que sucede por fuera de su círculo de amigos. Los míos, en cambio, están teniendo una genuina angustia al leer las noticias. Uno de ellos aseguró........
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