Fútbol, la única religión sin ateos
Haney Aguirre
Es difícil pensar en nuestro presente sin que el deporte esté vinculado a nuestra cotidianidad. El fútbol es un espejo de la vida. Muchas cosas que pasan en el fútbol se reflejan en la vida: la política, la economía, la educación, la paz, la violencia, el territorio, la historia, la intelectualidad, la salud, la cultura y la religión. En el fútbol se percibe una fe compartida. En canchas y frente al televisor, se mueven multitudes, despierta fervores y levanta plegarias que ningún templo tradicional podría contener.
Hinchas argentinos asocian cierta ayuda del Papa Francisco y la consecución de títulos. En vida, Francisco manifestó ser hincha de San Lorenzo de Almagro, que durante el papado ganó una Copa Libertadores. Además, la Selección Argentina fue campeona de la Copa del Mundo y Campeona de la Copa América
Dentro y afuera de la cancha está Dios mediando todas las intenciones: de un lado y del otro, de los locales y visitantes, de los ganadores y perdedores, de los espectadores que ofenden al rival y veneran a los propios, de los que ascienden y descienden de categoría. Casi hay un gol en contra y se dicen: «Nos salvamos, gracias papito Dios» mientras se santiguan y miran al cielo. Incluso, los ateos repiten: «gracias, Dios».
Todas las almas del estadio –y las que ven por televisión el........





















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