LA RUTINA
Circula la idea, al menos es lo asimilado durante los tiempos dedicados a buscar verdades, evidencias, a través de ellos, de los instrumentos o herramientas con los cuales tratamos de salir de la ignorancia, de como el hombre es, será irrepetible, en el sentido, significado de poseer un ADN único, exclusivo, sin posibilidad de descubrir otro similar a él o uno semejante. Desde luego, es afirmación más allá de la concepción filosófica o científica, a cuyas fronteras es inviable acercarse so peligro de naufragar en la torpeza, la idiotez. Pero es imposible resistirse a especular, a riesgo de caer en la grosería, la ausencia de sindéresis, adentrándose en el tema de la rutina, factor demás influyente en las actividades del sujeto, de una manera u otra, encargado de encasillarlo o convertirlo en persona de caracteres, cualidades, no tan diversas o disímiles, comparadas a las de repetición ya mencionada. Ocurre entonces, lo insostenible de diaria, trascendental identidad, cuando el personaje debe llevar a cabo acciones de esa entidad, difíciles de cuadricular o considerar son o hacen diferente a un individuo. Así, de modo reiterativo, el ser humano va practicando serialmente movimientos de tal categoría hasta trocarse en especie de autómata a causa de la situación económica, natural o social- No es engorroso localizar el fenómeno en el entorno en el cual giramos frecuentemente, común, coloquialmente cocido simplemente de método redundante, para anclarse únicamente en los desplazamientos casi mecánicos, rotativos, en todo un acontecer en un universo peculiar de quien está destinado a morar, transitar en el medio. Un ingenuo discurrir de alguien, anónimo, de a pie, nos enfrenta a la realidad, solo enumerando los disimiles, múltiples ejercicios ejecutados en el trascurrir de una jornada corriente. Iniciando en la levantada, la conducción hacia el sitio del........





















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