Jorge Semprún estuvo en Mauthausen y Primo Levi en Auschwitz, el primero era preso político perteneciente a la Resistencia francesa cuando fue detenido, no era judío y hablaba alemán, lo que le benefició. Quien sí era judío era Primo Levi. La experiencia concentracionaria fue distinta, Jorge Semprún murió con muchos años de muerte natural, Primo Levi décadas más tarde se suicidó. Como su excompañero de barracón Jean Améry, también judío, resistente y escritor.

Los dos tras ser liberados, como muchos otros, vagaron sin rumbo y ningún reconocimiento. Se habían tornado invisibles. Nadie en Europa se sintió especialmente conmocionado por el genocidio, genocidio de verdad (hechos concretos probados), tampoco con los supervivientes. Se necesitarían décadas para que la cuestión empezara a cambiar. Como pasaría con Armenia, Serbia, Camboya, Ruanda (tutsis), todos olvidados deliberadamente hoy. Pero es que en toda la región de Oriente medio los cientos de miles de muertos recientes, siendo tan escalofriantes las cifras, también se tapan y ocultan. Toda esa suma de vacíos estalla si hay judíos por medio, bajo tempestades de antisemitismo. Si con tanta ansia paroxística se pretende el genocidio, la lógica elemental hace que se provea al deseado genocidio de grandes méritos. Para el pensamiento mágico solo por la constante invocación o rogatorias se propiciaba el advenimiento del fenómeno deseado. Se da una cosa terrible. Que si no hay genocidio sería imposible que los judíos fueran genocidas. Los entusiastas del genocidio incluso dudaron en la mera tipificación: ¿crímenes de guerra, violación derecho humanitario o genocidio, el más inicuo? Pero aún faltan los hechos que habrían de resultar probados, concretos, determinados, como lugar, fecha, circunstancias, armas, presuntos autores identificados.

Palestina como entidad política surge en los años 60 del siglo pasado (OLP) bajo los auspicios de la Liga Árabe, en Gaza hasta hace unas décadas se hablaba la variante egipcia, y hasta la Guerra de los 6 días (1967) era Egipto, quien no solo no demuestra ningún afán de reintegración territorial, sino que no va a admitir ningún palestino, advertencia también expresada por Jordania. Nadie quiere a esa Esparta religiosa-militar (Escohotado). Expulsados sucesivamente de Jordania, Líbano, Túnez, Siria. Sobra decir que la solidaridad internacional con el pueblo palestino, activada siempre sin excepción, por la intervención defensiva de Israel, desaparecerá el mismo día de la derrota del régimen teocrático militar de Hamás. Entonces se apreciará la contraposición entre valores/Israel y emociones/Palestina. Valores son la absoluta diversidad y unión de la sociedad judía-árabe (21%), jamás achantarse, defenderse, pujanza, innovación, total permisividad sexual, frente a las emociones palestinas, arsenal de odio, culto a la muerte, martirio, inmolación, victimismo. Pero genocidio legal y conceptualmente exacto: el del 7 de octubre.

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Jorge Semprún, Primo Levi y el genocidio

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09.01.2024

Jorge Semprún estuvo en Mauthausen y Primo Levi en Auschwitz, el primero era preso político perteneciente a la Resistencia francesa cuando fue detenido, no era judío y hablaba alemán, lo que le benefició. Quien sí era judío era Primo Levi. La experiencia concentracionaria fue distinta, Jorge Semprún murió con muchos años de muerte natural, Primo Levi décadas más tarde se suicidó. Como su excompañero de barracón Jean Améry, también judío, resistente y escritor.

Los dos tras ser liberados, como muchos otros, vagaron sin rumbo y ningún reconocimiento. Se habían tornado invisibles. Nadie en Europa se sintió especialmente conmocionado por el genocidio, genocidio de verdad (hechos concretos probados), tampoco con los........

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